Si usted es un paciente oncológico puede que su hospital le informe que ya cuenta con su vacuna, que le asignen una fecha y que, justo antes de vacunarse contra la COVID-19, un médico se le acerque a decirle que no está apto. Esta situación es incómoda, pero se da de forma muy frecuente porque la evaluación riesgo-beneficio es un requisito indispensable para la inmunización de las personas con cáncer.
El jefe del Departamento de Oncología del Hospital Nacional Daniel Alcides Carrión, Dr. José Revilla, explicó todos los detalles a tomar en cuenta para la vacunación de los pacientes oncológicos de la región Callao.
“Estamos en proceso de vacunación a personas con cáncer y hay muchos ítems que debemos conocer: el paciente oncológico es una persona de riesgo para la infección por COVID-19 y está en una disyuntiva: si no acude al centro para tratarse el cáncer avanza, pero si viene sin ningún mecanismo de protección, el coronavirus lo ataca”, sostuvo el especialista.
Según el MINSA, los pacientes oncológicos se dividen en 2 grupos: los que están en proceso de quimioterapia y los que ya la superaron o están en una etapa de seguimiento. Y es importante recalcar esto porque estos dos conjuntos tendrán sus propias reglas para su vacunación.
“En el grupo 1 (los pacientes con quimio o tratamiento endovenoso) se vacunan en el centro de salud en el cual se atienden. En este caso, las 300 personas con quimioterapia que tenemos registradas en el Carrión deberán acercarse al vacunatorio del hospital para recibir sus dosis de la vacuna contra el coronavirus. Una vez en el nosocomio, se registran y nosotros (el Departamento de Oncología) nos acercaremos a revisar si está apto. Uno de los ítems fijos es que en ese momento no se encuentre en plena quimioterapia. Lo ideal es que se inmunice 2 semanas antes o después de ese proceso”, recalcó el doctor Revilla.
“En tanto las personas que pertenecen al grupo 2, los que ya superaron el cáncer o están en su etapa de seguimiento, deben esperar su turno según el cronograma general del MINSA”, mencionó.
Luego de vacunarse el paciente oncológico debe pasar a evaluación por un espacio de 30 minutos y luego ir a su casa a descansar. Tres semanas más tarde será el momento de volver para su segunda dosis. Lo establecido es una vacuna y su refuerzo, aunque no se descarta que más adelante la ciencia determine una inmunización adicional.
“Los efectos adversos deben ser igual al de cualquier persona: fiebre, dolor de cuerpo y malestar general. Pero en el caso de los pacientes oncológicos hay que consultar al médico siempre. La vacunación no evita el contagio, pero sí que el coronavirus se agrave, por lo que es clave respetar las reglas y vacunarse”, finalizó.
Si quieres saber más de este y otros temas de salud no te pierdas el programa “Tu Salud Primero”, a través del fanpage oficial del Hospital Carrión.
Oficina de Imagen Institucional