Notas de Prensa

Oportuna intervención de médicos carrionistas devuelve la esperanza a paciente con mieloma

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Cuando el señor Boris Peña Vásquez de 49 años llega a la emergencia del Hospital Nacional Daniel Alcides Carrión su estado era de verdad alarmante: tenía un fuerte proceso febril, neumonía con compromiso de ambos pulmones y anemia; sin embargo el mayor problema que afrontaba era poca fe. A estas alturas, ya había perdido la esperanza.

Exhausto por la complicada situación que le tocaba vivir, el paciente pedía su alta voluntaria en los pocos momentos que la medicina le permitía estar consciente. Nuestros médicos, que armaron en tiempo record un plan para atender la pulmonía y anemia del señor Boris, sabían que, aún si estabilizaban al paciente, iba a ser una tarea de verdad complicada someterlo a los exámenes para determinar cuál era su problema de fondo.

La médico internista del Hospital Carrión, Nancy Manrique Asto, detalló todo el trabajo que realizó junto a su equipo, liderado por el doctor Omar Huatuco López. “Era un paciente que no presentaba factores de riesgo ni antecedentes por lo que desde un inicio sospechamos de un posible caso de mieloma; sin embargo él no colaboraba: se había dado por vencido y no quería realizarse el examen”, dijo la doctora.

“Lo fácil hubiera sido aceptar la decisión del paciente; sin embargo nuestra misión como médicos va más allá de solo curar. Nosotros acompañamos y consolamos a nuestros pacientes durante toda la experiencia traumática. La oxigenoterapia que practicamos para atender sus problemas respiratorios fue complicada, pero el propio paciente veía nuestro trabajo y cuanto  nos preocupábamos por su salud. Eso, a raíz que iba mejorando, él lo valoraba más. Al final, terminó dando el sí para practicarle las pruebas”, agregó la médico internista.

Ya recuperado de su crisis respiratoria se realizó  las pruebas y se confirmó el mieloma del paciente a través de un estudio en la médula ósea. Aquí, nuevamente entraron las dudas y la desconfianza del señor  Boris; sin embargo la constante asesoría de los médicos le brindó la confianza para comenzar su tratamiento hematológico.

Ahora, el paciente se recupera dentro de los cuartos del departamento de oncología y se muestra optimista de su recuperación y reincorporarse pronto a su vida normal. Es más, su humor ha mejorado tanto que decidió retomar a su gran pasión: el dibujo. El señor Boris deleita a los médicos y a sus compañeros de cuarto con su gran talento con el lápiz.

“Estoy muy agradecido. La atención de los médicos fue A1 y hoy estoy aquí gracias a ellos. Espero que Dios los bendiga. Les deseo todo lo mejor”, expuso el paciente.

La lucha de Boris aún tiene varios capítulos más; pero ahora todo será más fácil pues él, gracias a su esfuerzo y el de nuestros médicos, no está dispuesto a rendirse nunca más.

Oficina de Imagen Institucional

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