Uno de los riesgos que tienen las mujeres embarazadas que ya han tenido un parto por cesárea o han realizado un aborto es la aparición de la placenta previa: se trata de un problema en la gestación en el cual la placenta crece en la parte más baja de la matriz (útero) y cubre toda la abertura hacia el cuello uterino o una parte de esta dando pase, en algunos casos, hacia un acretismo placentario y complicaciones severas para la paciente.
En el Hospital Nacional Daniel Alcides Carrión recibimos el caso de la señora María Rimasca (39 años), una paciente que, tras tener un parto natural, una cesárea y otras complicaciones, llegó a nuestra emergencia con un severo caso de acretismo placentario.
Con 34 semanas de gestación, la señora corría un grave riesgo de perder a su bebé o hasta perder su propia vida por lo que los profesionales del Departamento de Gíneco obstetricia decidieron actuar de inmediato.
La doctora Malena Boza Marroquí, ginecóloga del HNDAC, nos contó paso a paso los procedimientos que ella y su equipo hicieron para restablecer la salud de la señora María y pueda traer al mundo a su hermoso bebé.
“Primero realizamos el diagnóstico ecográfico y verificamos que, en efecto, la señora presentaba placenta previa y tenía unas grandes posibilidades de acretismo placentario. Esto lo confirmamos en el control de alto riesgo obstétrico y también definimos que era necesario que se realice la cesárea de forma inmediata”, dijo la doctora.
La hospitalización fue inmediata y el equipo preparó a la señora para la cirugía y, a la vez, a su bebé para hacer madurar su pulmón ya que tendría que nacer 5 semanas antes. Además, debido a que la paciente ya había perdido un litro de sangre y era probable que pierda un litro más en la cesárea, se consiguieron varias plaquetas para auxiliarla en caso se necesiten.
Finalmente, luego de la cesárea la paciente también tuvo que hacerse una histerectomía (retiro de útero) para poder culminar su parto de forma exitosa a pesar del acretismo placentario. Actualmente, la paciente se viene recuperando bien y su bebé se encuentra en el área de neonatología recibiendo los cuidados necesarios al ser su nacimiento tan particular.
“Estoy muy conforme y contenta con el trato y la ayuda que me brindaron los médicos”, señaló la señora María Rinasca. En tanto, los médicos carrionistas continúan trabajando sin descanso por el bienestar de todos nuestros pacientes.
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