Si alguno de nuestros abuelitos empieza de pronto a olvidar las cosas o a preguntarte por algo que solo hace unos minutos ya te consultó, no es para volverse loco, pero si es momento de empezar a leer dicha señal. Y es que el envejecimiento es una parte natural en la vida de un ser humano y, lamentablemente, puede venir de la mano con un deterioro cognitivo.
Envejecer es inevitable, nadie puede eludirlo. Así optemos por una cirugía estética para tratar de que se nos vea más jóvenes, nuestros órganos siguen con su camino normal. En el transcurso de la vida disminuye nuestro agudeza visual, nuestra agudeza auditiva y nuestra agilidad motora, pero también existe una disminución de nuestras habilidades cognitivas, de nuestras respuestas conductuales, comportamentales y de nuestras relaciones socioemocionales.
Lo primero es considerado dentro de un envejecimiento normal, mientras que lo segundo puede ser considerado como un deterioro anormal o patológico. Es decir, una señal del comienzo de una demencia. Sobre este tema, el doctor Daniel Herrera Pino, Neuropsicólogo del HNDAC, explicó todo al respecto.
“Vamos a tener un envejecimiento normal y uno patológico. No todos hacen un envejecimiento patológico, porque la demencia tiene detrás una enfermedad médica. La demencia es un síndrome caracterizado por el deterioro progresivo de nuestras facultades cognitivas, que previamente las hemos ido adquiriendo. El deterioro interfiere en nuestras actividades de la vida diaria, en nuestra eficiencia laboral y a nivel social”, dijo el especialista.
Las demencias pueden ser de dos tipos primarias o secundarias: Las primeras son generadas por enfermedades que afectan el sistema nervioso. Como Parkinson, Alzheimer, etc. y se originan en nuestro sistema nervioso y las segundas esta asociadas a traumatismos en el cerebro, por la infección del VIH y, aunque no lo crea, por la infección de la COVID-19.
Y es que la pandemia trajo consigo confinamiento y eso es justamente una de las razones por las cuales empieza el deterioro cognitivo. A las personas mayores no se les puede tener mucho tiempo encerradas y menos sin darles actividades de desarrollo o distracciones. Hay que tener en cuenta que pasados los 60 o 65 años hay más riesgo de desarrollar un deterioro cognitivo.
“En esta etapa de confinamiento es recomendable que los adultos mayores mantengan una actividad física y cognitiva permanente. Debemos estimular el uso del cerebro, debemos darle responsabilidades, hacerlos parte y dejarlos tomar decisiones. Hay que generar actividades novedosas como preparar un postre, aprender una nueva receta, etc.”, recomendó el especialista.
Los síntomas que debemos tener en cuenta para alertarnos son repentinas pérdidas de memoria como cuándo se nos olvidan las llaves, dónde colocamos el celular, el dinero o algún otro objeto. Asimismo, también se pueden presentar problemas con el movimiento de nuestro cuerpo, olvidar cómo se deben usar los cubiertos o el teléfono, por ejemplo. Al momento de ver a un familiar así, es momento de atenderlo y solicitar ayuda.
Si quieres saber más sobre este y otros temas de salud, no te pierdas el programa “Tu salud Primero”, a través del fanpage oficial del Hospital Nacional Daniel Alcides Carrión.