Notas de Prensa

¿Cómo debemos tocar el tema de la crisis política con nuestros hijos?

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En un abrir y cerrar de ojos nuestro país se ha metido en una crisis política que parece de nunca acabar. Cambios de presidentes, marchas multitudinarias, violencia, racismo y más son el pan de cada día en nuestros noticieros y cada vez nos vemos más absorbidos por sentimientos de incertidumbre y hasta temor.

Justamente uno de los grupos más afectado por todas las cosas que vienen pasando, es el de los niños. Ellos desde su perspectiva inocente y sincera, corren peligro de que esta coyuntura pueda ser el inicio de una etapa de sentimientos de tristeza y depresión.

La Psicóloga del Hospital Carrión, Elizabeth Chero, nos puso en alerta sobre el problema que podría desencadenar tanta crisis y negativismo en nuestros niños; y nos dio algunas recomendaciones para hablar de la actual coyuntura política con los engreídos de la casa.

“Nosotros como psicólogos siempre promovemos el tema de la familia, que en la familia tiene que haber una sana comunicación y la sana comunicación implica una predominancia de la actitud asertiva. ¿Qué quiere decir eso? Decir las cosas en el momento adecuado, de la manera adecuada y con la persona adecuada. Sentarse con los hijos y comunicarles la crisis que se está viviendo a nivel país y que eso no significa que nuestras metas, nuestras tareas que tengamos que hacer, se deban obstaculizar. La familia tiene que promover acciones de diversión, de recreación para que el niño o adolescente no vea ese panorama como muy negativo sea llevado a situaciones de indicadores de depresión”, dijo la especialista.

“Es peligroso porque un niño puede ver la violencia, los problemas y pensar si todo está mal, yo también. Puede decir ya no tengo opciones de salir adelante, de crecer, de vivir, etc. Los padres tenemos que conversar con ellos y descifrar cómo vienen interpretando la situación. Nosotros tenemos que tomar en cuenta el desarrollo cognitivo del niño: si tiene cuatro o cinco años quizá no sea muy consciente, pero ya tenemos que tener un poco más de cuidado con los que ya tienen ocho, nueve, diez años porque están acercándose a la adolescencia y necesitan identificarse con algo y puede ser que, así como el fútbol, donde de repente el padre es de la alianza y el tío de otro club, comiencen las situaciones de discriminación, las chapas, los apodos, etc”, agregó.

No debemos cambiar su propia perspectiva

Otro de los puntos que remarcó la psicóloga Elizabeth Chero fue sobe la pasión con la que los padres tomamos una postura política y la influencia de esta en nuestros hijos. Cuidado porque esto puede traer problemas a nuestros hijos en la escuela y  puede ser el inicio de casos de bullyng o acoso escolar.

“No podemos confundir al niño o al adolescente con una posición rígida o estricta porque ellos todavía tienen la posibilidad de desarrollar y mirar las cosas de acuerdo a su propia perspectiva. Si somos muy estrictos con una postura en casa, el niño la va a adoptar y también defender en su colegio. Esto puede provocar que sea víctima o agresor de quienes no compartan la forma de pensar que ahora ha adquirido. Las personas que tienen más riesgo de enfermar en salud mental son aquellas personas que están casualmente perpetradas en una posición rígida. Solamente es A o B, no tienen otra alternativa. Entonces, ese niño enferma o comienza a enfermar y pasa por esos roles, por eso como padres no podemos ser tan apasionados en esos aspectos”, agregó.

Diferenciar el miedo del temor

Muchos niños también plantean tener mucho miedo sobre la actual coyuntura política que atraviesa el país y aquí la especialista nos indica que es muy importante hacerles notar a nuestros hijos la diferencia entre miedo y temor. “Miedo es todo aquello que nos ha pasado o nos puede pasar, hay muchas probabilidades de que nos ocurra. En cambio, el temor es algo más distante, algo que es poco probable que esté cerca de nosotros. Y eso es clave porque por ejemplo la violencia de las protestas, no es que vayan a afectar directamente a nuestros niños. Hay que ayudarlos a mantener la calma y también a distraer su mente. Los niños tienen que jugar y recrearse más que estar pendiente de las redes sociales o la televisión”, apuntó.

Por último, la doctora Elizabeth Chero recomendó a los padres a seguir sus consejos y a solicitar ayuda profesional en caso considere que su hijo pueda estar empezando a sentir tristeza o depresión a raíz de esta crisis. “Muchas veces a la depresión le llaman aburrimiento, tenemos que tener cuidado”, culminó.

Oficina de Imagen Institucional

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